Tenemos que agradecer nuevamente a Ana su actuación como "fotógrafa". También María nos ha cedido parte de las fotos del interior del acuario. Gracias a ambas.
La obligada foto de grupo a la entrada de La Laboral
Un par de muestras de la reutilización de puertas en desuso
Un contenedor hecho sofá, y una vieja espumadera convertida en reloj
Pulseras de tenedores y un frutero hecho con cubiertos
Acabamos antes de lo previsto con nuestra visita al evento de Cogersa y, de ahí, nos fuimos al barrio de Moreda, muy cerca del Acuario. Comeríamos -muy bien, por cierto, en el Restaurante La Habana.
Después, cafetín y sobremesa, anécdotas y risas. La conductora del bus, con nosotros.
Quienes conocemos el Oceanográfico de Valencia, temíamos sentirnos decepcionados al visitar por primera vez el Acuario de Gijón. Pero no tiene nada que ver. Desde nuestra perspectiva el de Valencia gana en dimensiones y número de especies pero el de Gijón gana en creatividad y buen gusto en el diseño. Una desventaja del nuestro: si quieres acercarte demasiado a los cristales te mareas.
A eso de las 8 de la tarde llegábamos de vuelta a Palacio, cansadas y cansados pero con la sensación de una nueva experiencia, más que agradable, vivida y compartida.
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